Juan Luis Moyano SJ ha dejado huellas… y los que hemos tenido la gracia de conocerlo y compartir con él algunos momentos de vida, sabemos que él era un ser excepcional.
Su vida, su ejemplo, sus reflexiones, su espiritualidad, su compromiso, sus palabras y sus acciones… todo en él nos revelaba a una persona tan coherente como valiente; alguien que ha debido pasar por varias dificultades y persecuciones, pero que siempre supo con certeza desde dónde y hacia dónde iba.
Desde y con los más necesitados, los oprimidos, los excluidos; siempre a su lado, dándoles su lugar, promoviendo su crecimiento personal y su desarrollo social.
Desde su lugar de sacerdote, de hermano, de servidor del pueblo, para acercarles al Dios de la Vida y de la historia, para hacer presente a ese Jesús que, como ellos, vive la pobreza y desde allí enseña qué es lo fundamental de la vida: el amor.
Hacia la construcción de una sociedad más equitativa, más justa, de hombres y mujeres nuevos; una sociedad y una Iglesia que sean en verdad el Reino de Dios. Teniendo siempre como meta esa utopía de que “otro mundo es posible”.
La presente publicación no pretende ser un exhaustivo estudio de su vida. Simplemente es un testimonio de su vida, una breve reseña biográfica seguida de algunos testimonios que hemos recibido luego de la partida de Juan Luis a la casa del Padre.
Agradecemos a todos los que han compartido sus experiencias y sentimientos y nos permiten así conocerlo un poco más.
Queremos que éste sea un humilde homenaje más a una persona tan maravillosa como única, que ha dejado huellas en todos aquellos que hemos tenido el honor y el privilegio de compartir una parte de su vida.
Sea también, una acción de gracias a Dios por haberlo puesto en nuestro camino, y a Juan Luis por habernos enseñado, motivado y acompañado desde su ejemplo y su coherencia a hacer vida la opción por, con y desde los más desfavorecidos de la historia.
Su vida, su ejemplo, sus reflexiones, su espiritualidad, su compromiso, sus palabras y sus acciones… todo en él nos revelaba a una persona tan coherente como valiente; alguien que ha debido pasar por varias dificultades y persecuciones, pero que siempre supo con certeza desde dónde y hacia dónde iba.
Desde y con los más necesitados, los oprimidos, los excluidos; siempre a su lado, dándoles su lugar, promoviendo su crecimiento personal y su desarrollo social.
Desde su lugar de sacerdote, de hermano, de servidor del pueblo, para acercarles al Dios de la Vida y de la historia, para hacer presente a ese Jesús que, como ellos, vive la pobreza y desde allí enseña qué es lo fundamental de la vida: el amor.
Hacia la construcción de una sociedad más equitativa, más justa, de hombres y mujeres nuevos; una sociedad y una Iglesia que sean en verdad el Reino de Dios. Teniendo siempre como meta esa utopía de que “otro mundo es posible”.
La presente publicación no pretende ser un exhaustivo estudio de su vida. Simplemente es un testimonio de su vida, una breve reseña biográfica seguida de algunos testimonios que hemos recibido luego de la partida de Juan Luis a la casa del Padre.
Agradecemos a todos los que han compartido sus experiencias y sentimientos y nos permiten así conocerlo un poco más.
Queremos que éste sea un humilde homenaje más a una persona tan maravillosa como única, que ha dejado huellas en todos aquellos que hemos tenido el honor y el privilegio de compartir una parte de su vida.
Sea también, una acción de gracias a Dios por haberlo puesto en nuestro camino, y a Juan Luis por habernos enseñado, motivado y acompañado desde su ejemplo y su coherencia a hacer vida la opción por, con y desde los más desfavorecidos de la historia.
13 comentarios:
Francisco Chamberlain SJ
Perú:
Nos ha marcado a todos para el bien.
La vida de Juan es un ejemplo concreto de esa opción por el Dios de la Vida en los rostros de la gente pobre.
Tuvo el deseo de trabajar con y para la gente pobre,
un deseo que lo mantuvo firme a lo largo de su vida.
Para mi, Juan era un creyente, jesuita ejemplar …
la calidad y calidez de su persona,
su evidente vida de fe en la práctica diaria del trato
y servicio a la gente,
su buen espíritu como compañero.
Su gran capacidad de amistad y cariño.
Nos ha marcado a todos para el bien.
Rosa María Mujica
Instituto Peruano de educación en Derechos Humanos y la Paz:
Hay mil anécdotas que vienen a la memoria en medio de las lágrimas que nos produce su partida. Recuerdo de manera especial su última venida al Perú, en la que nos demostró su inmenso cariño al venir sólo a despedirse de sus amigos, a pesar de sus ya marcadas limitaciones.
Recuerdo también cuando conversando sobre su enfermedad me dijo "yo ya estoy listo" y ante mi rebeldía por esas palabras me dijo que si, que no es que no quisiera seguir viviendo y que haría lo posible por hacerlo, pero que reconocía que había vivido una vida plena, cargada de muchas experiencias buenas, que había cumplido las tareas encargadas y que estaba preparado para los designios del Señor
¡Gracias Juan Luis por tu vida y tu amistad!... gracias Señor por habernos dado el regalazo de haberlo puesto en nuestro camino.
Carmen de los Ríos Baertl
Perú:
Nos damos cuenta que Juan Luis fue un “fuera de serie”, una persona que desde su fe nos transmitió una manera de sentir, de pensar y de vivir que humaniza. En la medida de lo posible lo seguiremos haciendo presente a través de lo que nos ha enseñado con su vida y su palabra.
Para mí Juan Luis ha sido una - sino "la" - persona que ha influido mas en mi vida...cuando yo llegué a Ilo (Perú) él era el Director del Centro Pastoral y del CEOP...su manera de ser, su manera de actuar como Director, sus "contenidos" religiosos, políticos y de derechos humanos, su compromiso de vida y testimonio permanente, en las cosas pequeñas y en las grandes, pues todo...creo que fui "bebiendo" de su espiritualidad, "captando" muchas cosas importantes que daban sentido a mi vida y a mi fe...y que sigo tratando de vivir... para mí es un "santo" de nuestros días, que te revelan a Dios hecho hombre en vivo y en directo...ojalá podamos trabajar mas por hacer conocer su vida que ayudaría a muchas vidas.
Beatriz Gil
Fe y Alegría, Embarcación, Salta:
Nos decían y nos dicen “los setentistas” porque fue precisamente en la década del 70 cuando descubrimos a Jesús histórico, el hijo hombre del Dios que se revela en la periferia, en la frontera, en el lugar de los pobres. Descubrimos igualmente con fuerza la situación de extrema injusticia y desigualdad que vivían la inmensa mayoría de los latinoamericanos.
Y decidimos, como iglesia, cambiar de lugar geográfico, de lugar social, de lugar teológico.
En esa búsqueda llena de pasión de un nuevo modelo de ser cristiano realizado por tantos compañeros y compañeras, conocí a Juan Luis.
Él, como teólogo, nos acompañó con su reflexión sobre la realidad social desde la óptica de los pobres y a la luz de la Palabra y de la praxis de Jesús de Nazareth. Juan Luis fue un “militante”, un intelectual que se incorporó con su pensar, hablar y actuar a la lucha de los empobrecidos para que se realizara el proyecto de Dios, la justicia, la fraternidad. Y lo hizo andando por los caminos de piedras y barro por los que transitan los pobres del pueblo en Perú, Argentina, otros lugares de América Latina, creyendo, anunciando y celebrando a Jesús
Comunidad Educativa
Centro Fe y Alegría
Barrio Solidaridad, Salta:
Su presencia no sólo era la de autoridad sino también la de un sacerdote que viene a mediar, a compartir a resolver, a cuidar y animar el espíritu. ¡Cómo hablar de su partida al Padre, si él siempre estuvo junto a El! ¡Cómo hablar de tristeza si él estuvo siempre alegre de servirlo! ¡Cómo hablar de dolor, si su sufrimiento fue para él parte de su apostolado! ¡Cómo hablar de tristeza, si hoy continúa con su sonrisa acompañándonos espiritualmente en todo emprendimiento y rutina diaria!
Nos queda agradecer a Dios, motor de la vida de Juan Luis, el que nos haya regalado su presencia entre nosotros, el poder compartir nuestros momentos de felicidad y de tristeza, el que nos haya ayudado en nuestro crecimiento hacia el Amor a Dios, el que hayamos podido compartir una Misa, una bendición, un café, una charla, un consejo, una caricia, un abrazo, un… ¡tantas cosas que le nacían del corazón! Y sobre todo el beso y el empuje por los necesitados, en especial por los niños!
Fernando Diez
Mendoza:
Juan Luis vivía con Benjamín Villalba sj en la parte “sur” del Barrio San Martín, el sector más carenciado. El era muy inquieto y no se conformaba con vivir con los pobres y como pobre. Él, que venía de una familia muy acomodada, imitaba al Padre Mujica. Estudiaba Filosofía en la facultad y ejercía su apostolado junto a los pobres.
Pero no lo conformaba su apostolado y siempre quería más compromiso. Abrazó los ideales de la Juventud Peronista en su lucha contra la dictadura, lo que lo movió a actuar políticamente. Es en esa circunstancia en la que es detenido junto a otros compañeros. Cuando lo íbamos a visitar, lejos de estar compungido, con miedo o deprimido, nos contagiaba optimismo, alegría, gozo. ¡Por fin estaba con lo más bajo de la sociedad! Estaba entre los más pobres de los pobres. Les enseñaba la palabra de Dios y era muy querido por los privados de libertad. No me olvido más de su sonrisa. Yo no entendía nada. Me preguntaba ¿De qué se ríe? Evidentemente tenía en su interior nada menos que a Cristo, que no es poco.
La última vez que lo vi fue aquí en Mendoza, cuando falleció su tío, el querido "Chulo" Moyano Llerena S.J., quien debe estar divirtiéndose junto a Juan Luis. Vaya este sencillo homenaje a ese gran Jesuita que fue Juan Luis, quien, con mucha humildad, nos regaló su amistad.
Silvia Moufarrej
Fe y Alegría Alberdi, Resistencia, Chaco:
En verdad queda en nosotros esa gratitud, por todos los momentos entregados, por toda la gran fe puesta en cada acción y que para más de uno ha sido ejemplo de vida.
Todos los que formamos esta gran familia hoy tiene un ángel que acompaña esta entrega diaria y en él encontraremos un gran aliado allá arriba y seguramente va a ser nuestro gran puente con el gran maestro y podremos sobrellevar con mucho más fortaleza esta misión, que es la de la igualdad, la equidad, el amor a estos niños que tanto necesitan no solamente de esas palabras sino con más razón de las acciones
Mary Salazar
Mendoza:
Juan Luis ha sido para mi un ejemplo en muchos aspectos y sí recuerdo las charlas prolongadas que teníamos en algunos encuentros por CVX donde yo sentía placer al charlar con él, porque me sentía acompañada, y en esa atención exclusiva contribuía para que mi discernimiento sea más a fin al “magis” que el Señor estaba pidiendo para mi vida. Genero en mi un cariño muy especial en algunos momentos se los decía porque se mostraba como "padre".
También desde su estadía en el Bº San Martín, lo pude conocer y verdaderamente tenía un empuje e iniciativas que permitían echar raíces pero así como gestor también supo delegar y movilizar los espíritus de muchos para que se comprometieran con obras en pos de los más necesitados, un ejemplo el CENS (Centro Educativo de Nivel Secundario) del Barrio. Saber de su partida me dolió mucho; aprovecho esta ocasión para agradecerle lo que dejó, su humildad y una vocación sacerdotal que contribuyó para que muchos pudieran sentirse acompañados por ese Jesus que se representa en el rostro humano.
Oscar Ramos
Centro Loyola, Perú:
Juan Luis nos enseño que la fe cristiana no se separa del mundo, al contrario nos sumerge en el, que la iglesia es seguidora de Jesus que vivió, trabajó, luchó y murió en medio del pueblo.
Con Juan Luis en Ilo fuimos construyendo y viviendo un proyecto de vida y de mundo inspirados por la espiritualidad ignaciana, la opción por los pobres y la vida y trabajo de comunidad. Esa es aún una tarea que nos aferramos en continuar porque queremos ser fieles a Jesus y su evangelio
Patricia Valdez
Buenos Aires
Palabras en su despedida:
La vida de Juan Luis fue una propuesta de modo de relación entre las personas. Una relación marcada por la fidelidad y el acompañamiento. Juan Luis fue un hombre de acción y a la vez un tipo muy reflexivo.
Vivió acompañando a mucha gente, desde el afecto y la serenidad. Aún en las circunstancias más difíciles -y hubo muchas en su vida- , tampoco ante la enfermedad vivió con dramatismo. Tuvo un fuerte compromiso con su tiempo. La firmeza en sus opciones, la valentía y la libertad las vivió y las ejerció de manera permanente…”.
Juan Luis, te vas antes de tiempo. Todavía nos quedaba mucho por conversar, por celebrar y por compartir. Todavía te quedaba mucho por hacer para que esta tierra se pareciera un poco más al Reino de Dios.
María Luisa Berzosa FI
Roma:
Han sido los años de la realización de tus sueños: Cristo, la misión, el mundo... la concreción en hechos y no solamente en palabras, de tu persona y tu vida entregadas a hacer que “otro mundo sea posible”...
No te han faltado dificultades y momentos de intenso sufrimiento: no hubieras sido coherente testigo del Señor sin ellos... dos etapas especialmente fuertes recuerdo ahora: una en los tiempos duros de la Argentina y otra que comenzó con tu operación repentina, en julio del 2004: “me pongo en las manos del Señor y seguiremos peleando todo lo que haga falta”... expresabas.
El Señor fue apoderándose cada vez más de tu corazón y eso te hizo mas libre para el anuncio y la denuncia, para la audacia de abrir caminos nuevos asumiendo las consecuencias, las persecuciones dentro y fuera de la Compañía...
Supiste mirar de frente la realidad mortal que se te venía encima. A pesar de los diagnósticos claros y optimistas de los médicos tu respuesta era: “... en estas cosas hay que estar muy disponible a lo que el Señor quiera ir pidiendo” ... y más adelante añadías “creo que me pide mirar de frente la cruz ... es el camino que nos mostró Jesús en el Huerto de los Olivos” ...
Gracias por haber apostado tu vida
a una sola carta: la de Jesús y su Reino.
Gracias por tu donación
en bloque y sin fisuras,
incombustible al desaliento,
por crecer en las dificultades.
Gracias por tu empuje para seguir
adelante en el camino emprendido.
Gracias, muchas gracias,
por el regalo de tu vida.
Eres un estimulo para continuar
en esta “aventura” de Fe y Alegría
que tuve el privilegio de comenzar a tu lado.
Hoy, junto con su familia recordamos, el 72° aniversario del nacimiento de Juan Luis. Tuve la suerte de conocerlo en el puerto de Ilo, al sur del Perú en el verano de 1979 y trabajar con él algunos meses. Pese a cierta mala fama que tienen los porteños entre los peruanos, Juan Luis cayó muy bien desde el comienzo a todos quienes trabajábamos en el CENECAPE, un centro de educación no escolarizado para obreros y amas de casa que había empezado un par de años antes, dirigido por el P. Francisco Chamberlain de la Compañía de Jesús. Su sencillez y trato amable pronto ganó la simpatía no sólo de los participantes de los cursos del CENECAPE sino de los vecinos y todos quienes concurrían a las misas que celebraba. Eso sí, tenía, además un gran sentido del humor. Hoy quisiera recordar una anécdota que él mismo contó:
Sucedió en unas vacaciones que había ido a tomar con sus amigos a España cuando estaba estudiando en Alemania. Una noche él y algunos amigos tomaron un tren de Barcelona a Torino. El tren era italiano y todos los avisos estaban en italiano, idioma que él no dominaba. Sucedió que cuando tuvo deseos de ir al baño no encontró las consabidas figuritas en las puertas, sino las palabras "signori" y "signore", lo que lo desconcertó. Esperó que pasara el mozo y le preguntó "Scusi, io chi sono signori o signore?"
Que el Señor lo tenga en su gloria.
Alfredo Quintanilla, Lima, Perú.
hace unos dias la comunidad de Latinos en Hamburgo ofrecia misa por el fallecimiento de un integrante el companero Pedro Gutierrez natural de Ilo formado en el centro Pastoral San Pedro Pescador, en el tiempo en que Juan Luis desarrollaba su trabajo Pastoral, tuvimos la oportunidad de compartir con Juan Luis ese trabajo. Conoci a Juan Luis cuando llego a Ilo y a el le debo muchas cosas...entender este mundo, la necesidad de la solidaridad, ser criticos y la necesidad de transformar. Siempre viene a nuestra Memoria en alguna reunion de los que tuvimos oportunidad de compartir con el. En unas horas estoy invitado a un festejo sorpresa de una comunidad de cristianos a un nuevo Cura que desde febrero esta en Hamburgo y viene de Argentina. estuve ensayando una Chacarera y zambita Argentina y fue inevitable el recuerdo despues del desayuno. Como escribio arriba Francisco Chamberlein Sj"hemos sido marcados para el bien..."
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